martes, 19 de diciembre de 2006

Noticia de la Voz de Galicia

Una mujer que en octubre del 2004 suspiraba por abandonar a su marido e irse de casa terminó denunciando a éste y a su madre por raptarla, meterla en un coche a la fuerza e ingresarla en un centro psiquiátrico sin otro motivo que el de evitar la ruptura del matrimonio.

Ayer, su ex esposo y su madre ocuparon el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 6 para responder por esta denuncia. La fiscal pide para ambos una condena de tres años y medio de prisión por los delitos de coacción y lesiones.

Los hechos que motivaron la denuncia se remontan al 15 de octubre del 2004. A las dos de la tarde, un coche de la Guardia Civil de Tráfico circulaba por la rotonda del aeropuerto cuando los agentes se vieron sorprendidos al ver que la joven que ocupaba el asiento trasero de un vehículo intentaba tirarse del mismo en marcha. Obligaron a su conductor a aparcar y la mujer salió a gritos del vehículo pidiendo protección a los agentes. Les contó que su propia madre y su esposo la habían secuestrado, obligándola a meterse en el coche «para encerrarme en un centro psiquiátrico», según comentaron ayer en el juicio los agentes de la Guardia Civil.

La joven, que reconoció que hoy en día ya solucionó los problemas con su madre -con su ex marido no-, no quiso responder cuando la fiscal le preguntó si su madre la había golpeado. Lo que sí dijo es que el motivo que llevó a su madre a comportarse así era porque no quería que se separase de su esposo. También reconoció que dos años antes de los hechos había estado internada en un centro psiquiátrico. Padecía rasgos istriónicos de carácter social y trastorno de la personalidad.

Versión del marido

El marido de la denunciante no guarda un buen recuerdo de la que fue su mujer durante dos años. Recordó ayer desde el banquillo de los acusados que «se quería ir de casa porque ya estaba con otra persona». Dijo también que era una persona que no paraba de cambiar de ideas, que sólo iba por casa para coger dinero. Lo explicó así: «O único que quería a miña muller era coller cartos e arrincar».

El procesado llegó a recordar a la sala que su ex mujer, a los pocos días de los hechos, robó dinero en la empresa en la que trabajaba él. «Cuando al día siguiente apareció con un coche nuevo, todos sospecharon y la detuvieron, reconociendo todos los hechos», destacó el imputado.

En cuanto al episodio del coche, dijo que su ex mujer se subió al vehículo por su propia voluntad y que sabía que la iban a llevar al psiquiátrico, pero «en mitad del camino hizo lo que hizo».La madre de la denunciante, también acusada, explicó a la jueza que su hija siempre se comportó como una niña de 2 años.

También negó que la llevaran a la fuerza y, mucho menos, que la golpease. «Lo único que hice fue agarrarla por los brazos cuando intentó tirarse del coche en marcha», afirmó. La mujer achaca el comportamiento de la hija a «terceras personas que le hacen daño».

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